Introducción
La lucha contra la ocupación ilegal de viviendas presenta importantes desafíos, tanto a nivel legal como tecnológico, para los propietarios, que buscan proteger sus inmuebles y para las autoridades, que buscan aplicar las leyes y normativas de la manera más justa y precisa posible. Abordemos algunas estrategias comunes y sus limitaciones, para después explorar una solución innovadora que garantiza la acreditación de morada de manera eficiente y segura y se presenta como la solución más eficaz frente a la okupación.
Allanamiento de morada: Limitaciones actuales
Escrituras, facturas de suministros y empadronamiento
Las leyes y normativas que protegen al propietario en casos de allanamiento destacan la importancia de acreditar la morada como evidencia legal. Sin embargo, las fuentes de prueba convencionales, como la documentación registral, certificados de empadronamiento, facturas de suministros, entre otras, aunque son relevantes, no proporcionan pruebas concluyentes de que una vivienda sea morada del denunciante. Como ya vimos en Por qué el concepto de “morada” puede proteger tu vivienda de la okupación, demostrar la morada es algo verdaderamente complejo, que puede tornarse casi imposible para algunos propietarios, debido a la grave falta de herramientas.
Esto dificulta las posibilidades probatorias del legítimo morador y afecta a la capacidad de actuar de manera inmediata a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Por ejemplo, un propietario puede tener un piso en la costa para alquiler vacacional y pagar luz y agua todo el año, disponiendo así de facturas de suministros y certificaciones de titularidad a su nombre, sin embargo, no ser el morador de la misma. Esto nos da a entender que las autoridades no necesariamente aceptarán estas evidencias como prueba de morada, pues no aportan garantías de que dicha condición sea cierta, incluso en los casos en los que el propietario sí es el morador.
Por otra parte, pruebas como el padrón municipal, tampoco sirven para aportar una prueba concluyente de la morada. Primero, porque muchas personas establecen su padrón en otras ubicaciones en base a ventajas y beneficios de diverso carácter, lo cual les permite sin limitación alguna residir en un lugar diferente de donde se encuentran empadronadas. Segundo, porque solo es posible estar empadronado en un único municipio, descartando por completo la utilidad de esta prueba para personas con varias residencias, ya sean estas habituales o temporales. Esto hace que las autoridades puedan, en todo su derecho, descartar esta prueba como válida para acreditar la morada.
Finalmente, otro medio probatorio que sí podría ser concluyente en algunos casos, sería la declaración por parte de un vecino o testigo, el cual pudiese defender la posición del legítimo morador para poder desalojar a los delincuentes. El problema con esta última evidencia es que suele ser difícil de lograr y en muchos casos imposible, puesto que no solo debemos tener vecinos cercanos, sino que deben conocernos y además estar disponibles en el momento del allanamiento. En algunos casos en los que no existen lazos estrechos con los vecinos, los okupas, dirigidos por mafias, o incluso siendo familiares o conocidos de los vecinos, los sobornan o convencen para ser defendidos frente a las autoridades, lo que supone la incapacidad absoluta de actuar para los cuerpos policiales. La suma de estas condiciones, que ya puede ser un obstáculo en primeras viviendas, agrava enormemente este problema en segundas viviendas.
Ineficacia de sistemas tecnológicos convencionales
Aunque tecnologías como las alarmas son un medio eficaz para determinar una intrusión al instante, estas están diseñadas para el robo y presentan una serie de ineficacias e ineficiencias significativas en materia de okupación.
En primer lugar, la mayoría son vulnerables a manipulaciones. Los ocupantes ilegales desconectan la electricidad antes de acceder a la vivienda, siendo la autonomía después de la desconexión de unas pocas horas, cortan líneas de comunicación y generan falsas intrusiones, por ejemplo, golpeando periódicamente puertas con sistemas detectores de vibración. Además, aunque algunas empresas de seguridad alegan tener contacto directo con el Cuerpo de Policía y avisar de inmediato, la legislación española relativa a los sistemas de alarma en el ámbito de la seguridad privada, del Orden INT/316/2011, prohíbe esta práctica para evitar los falsos positivos, algo que, con carácter previo, requería movilizar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado constantemente y sin propósito. Para poder avisar a la policía, deben contactar contigo previamente o realizar una serie de verificaciones técnicas que, en la práctica, son probables en robos, pero no en okupaciones, como la detección por un mínimo de 3 sensores diferentes en menos de 30 minutos.
Por otra parte, las alarmas no basan su capacidad probatoria en la demostración de la morada, sino que se enfocan exclusivamente en demostrar el delito flagrante, algo que te explicamos en Desmontando el mito de las 48 h para echar a un okupa, y que requiere de un sofisticado y numeroso conjunto de dispositivos y una compleja instalación, que además de afectar a la estética de la vivienda, supone costes muy elevados y no adaptados a todos los bolsillos. Si bien todos estos sistemas pueden ser de utilidad en robos, su diseño está muy poco adaptado y escalado al problema de la okupación.
Empresas de desokupación
Las empresas dedicadas a establecer controles físicos de entradas y salidas pueden ser eficaces una vez que la vivienda ha sido ocupada. Sin embargo, estas son medidas puramente correctivas una vez que el okupa se ha instalado en la vivienda y que, en cualquier caso, implican grandes desembolsos. Además, no se benefician de los efectos disuasorios, ni tampoco de los avisos de intrusión que las soluciones tecnológicas ofrecen, por lo que los propietarios pueden tomar conciencia de la okupación al cabo de semanas o meses, produciéndose el deterioro de la vivienda y de los bienes que hay en ella cuanto más tiempo pasa.
El Testigo como solución innovadora
Ante los obstáculos para acreditar la condición de morador y la necesidad de una solución específicamente adaptada al problema, surge una solución tecnológica innovadora: el sistema de certificación de morada Moradai. Este sistema aborda los desafíos actuales con una alta autonomía tecnológica y garantías jurídicas. Se basa en un dispositivo electrónico completamente autónomo denominado Testigo, que actúa como un vecino virtual generando evidencia de tu condición de morador en tu vivienda y dándote acceso a las pruebas en cualquier momento y en cualquier lugar. Veamos sus características clave:
Verificación de la identidad del morador
Moradai utiliza el reconocimiento biométrico facial como método esencial para autenticar la identidad del morador. Mediante este método, el Testigo es capaz de distinguir entre las personas que son moradoras de la vivienda y las que no, garantizando que solo tu identidad es admitida en un registro de morada.
Identidad de la vivienda: Geoposicionamiento e IA
El Testigo es capaz de obtener un geoposicionamiento altamente preciso, garantizando la ubicación exacta del registro de morada en tu vivienda y utiliza inteligencia artificial para reconocer el interior de esta. Mediante el posicionamiento geográfico de alta precisión y el reconocimiento del espacio interior, la identificación de la vivienda adquiere un extraordinario grado de fiabilidad. Sumado al reconocimiento biométrico, morador y morada quedan identificados.
Detección de intrusión y alertas inmediatas
Moradai detecta cualquier movimiento de apertura de la puerta principal o aproximación a la misma desde el interior. Esto permite notificar de inmediato al morador a través de su teléfono móvil. La detección basada en la puerta principal se debe a que casi la totalidad de las okupaciones se realizan accediendo por dicha puerta. Para aquellas pocas que no se dan de esta manera, como se puede ver en el famoso manual del okupa, cambiar la cerradura principal es la primera y más importante acción para asegurar su permanencia, lo cual detectará el Testigo en cuanto alguien se aproxime desde el interior. La respuesta inmediata facilita el contacto rápido con las autoridades para desalojar el inmueble.
Garantía tecnológica y blockchain
Moradai utiliza tecnología blockchain para asegurar la inmutabilidad, trazabilidad y transparencia de la información y las pruebas generada. Hemos otorgado identidad digital a nuestro dispositivo, el Testigo, basada en claves criptográficas para garantizar que nadie puede manipular la información, ni siquiera nosotros, maximizando la validez jurídica de las pruebas. Los smart contracts, programas informáticos inalterables desplegados en una red blockchain, garantizan la autenticidad y seguridad del proceso y certifican la procedencia de las pruebas desde dispositivos autorizados. Además, el uso de estas tecnologías nos permite conservar la más estricta privacidad y seguridad de los datos del morador.
Conclusión: Innovación para proteger la morada
Enfrentarse a la ocupación ilegal de viviendas requiere de soluciones innovadoras que superen las grandes limitaciones actuales. El sistema de certificación de morada Moradai ofrece una respuesta tecnológica integral, asegurando la acreditación de morada de manera eficaz y segura para que no tengas que esperar meses o años para recuperar lo que te pertenece. Además, hemos incorporado también un sistema de detección de intrusiones, para ofrecerte el máximo grado de protección y capacidad de reacción.
Moradai nace para dar respuesta a un grave problema de nuestra sociedad y ha sido concebido para adaptarse a todos los bolsillos, empleando las últimas tecnologías como medio para lograr eficiencia y poniendo como focos la facilidad en la experiencia del usuario y el máximo respaldo jurídico. El Testigo hace de vecino virtual y tu mejor aliado para garantizar la seguridad en tu hogar.
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